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A Tres Años desde el Inicio de la Guerra de Ucrania. ¡Contra los Planes Imperialistas de Putin y Trump! (Marxismo y Colapso)

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Actualizado: hace 14 horas


Marxism and Collapse - Political Declarations


A Tres Años desde el Inicio de la Guerra de Ucrania

¡Contra los Planes Imperialistas de Putin y Trump!

 

Luego de tres años desde el inicio de la brutal invasión imperialista rusa… ¡la heroica lucha ucraniana triunfa!

 

¡El sátrapa Putin no ha podido cumplir ninguno de sus objetivos estratégicos con los cuales comenzó su criminal agresión imperial!

 

¡Ninguno de sus objetivos estratégicos han sido cumplidos!

 

Putin intentó durante el comienzo de su invasión capturar la capital ucraniana, pero lo que obtuvo fue nada más que una humillante derrota en los alrededores de Kyiv, la cual significó posteriormente una retirada total de las fuerzas rusas del centro de Ucrania.

 

¡Gran temprana victoria del pueblo ucraniano en armas, que acudió en masa a la defensa de su país y que anticipó las espectaculares victorias de Ucrania ese año en Kharkiv y Kherson!

 

Putin buscó con su invasión de Ucrania el “derrocamiento” del gobierno de Zelensky, la “desmilitarización” de Ucrania y el “aplastamiento” del legítimo sentido de identidad nacional ucraniana (designado falsamente por los criminales del Kremlin como “nazismo ucraniano”).

 

¡Fue derrotado!

El gobierno de Zelensky no sólo sobrevivió, sino que hoy (luego de tres años de guerra) mantiene un importante apoyo político, con casi un 60 % de respaldo en los últimos sondeos.

 

Esto en el contexto de un sorprendente incremento de las capacidades militares ucranianas, incluyendo sus avances en la producción de drones aéreos, marítimos y en el desarrollo de su incipiente industria de misiles balísticos.

 

Grandes avances en las capacidades de defensa militar del pueblo ucraniano, que se han expresado no sólo en bombardeos casi diarios de Ucrania contra objetivos militares e infraestructura energética en Rusia, sino también en la humillante derrota de la Flota Rusa del Mar Negro.

 

Lo anterior, con ya más de un tercio de esta última hundida, habiendo debido la misma retirarse de su base en la Crimea ocupada.

 

Putin buscó con su invasión la “retirada” de la OTAN y asegurar la “neutralidad” de Ucrania.

 

¡Fue derrotado!

La OTAN se expandió a dos nuevos países (Finlandia y Suecia), multiplicando sus fronteras con Rusia.

 

Esto en un momento en el cual el gobierno de Zelensky no sólo mantiene inalterable su decisión de ingresar a la OTAN o la Unión Europea, sino que además avanza en sus intentos por formar nuevas alianzas político-militares junto a otros países de Europa, amenazados desde hace siglos por las pretensiones imperiales de Rusia.

 

¡Nunca antes el sentimiento de odio antiimperialista en contra de Rusia ha sido tan fuerte como hoy en países como Ucrania, Polonia, Finlandia y otros países báltico-nórdicos!

 

Un sentimiento de “odio antirruso” tan legítimo como el “odio antiamericano” o “antieuropeo” que experimentan en América Latina o África cientos de millones de personas, víctimas de los imperios occidentales.

 

Putin buscaba, con su invasión de Ucrania, la conquista de la totalidad del Donbás y la afirmación de su control imperial sobre Crimea.

 

¡Ha fracasado!

Putin no ha sido todavía ni siquiera capaz de asegurar su control sobre la totalidad de Donetsk y Lugansk.

 

Esto último a pesar de que el ejército ruso habría sufrido ya más de un millón de bajas, una cantidad superior en varios órdenes de magnitud a las sufridas por la ex URSS en más de una década en su fracasada invasión de Afganistán.

 

Y en el caso de Crimea, aunque el ejército ruso fue capaz de conquistar Mariupol y establecer (por el momento) un "puente terrestre" entre el Donbás y la península crimeana, aquel ha sufrido un revés estratégico de envergadura con la ya mencionada derrota de su flota en el Mar Negro a manos de Ucrania.

 

Todo esto en momentos en que Rusia no ha podido ocupar (¡a costa de un millón de bajas!) más que un 14 % adicional de territorio ucraniano, en comparación con el 5 % que ya poseía antes de 2022.

 

Un mero 14 % de territorio ucraniano conquistado en una de las tal vez más desastrosas campañas militares del último siglo: la invasión rusa de 2022.

 

Una campaña de invasión imperial rusa que le ha significado también a Rusia, además de los hoy constantes bombardeos ucranianos de sus ciudades, nada menos que la pérdida de más de 600 km² en la región de Kursk, ocupados desde hace más de seis meses por el ejército ucraniano.


Lo anterior, luego de una exitosa ofensiva en la cual las fuerzas armadas de Ucrania lograron hacerse con el control de más de 1500 km². Ofensiva que sólo pudo ser detenida gracias a los refuerzos militares que Rusia debió recibir (de forma humillante) por parte de la decadente monarquía “socialista” norcoreana.

 

Todo esto, asimismo, en un contexto de importantes reveses geopolíticos para Rusia, como la caída del tirano sirio Bashar al-Assad. Esta última posibilitada en parte por el creciente debilitamiento que la guerra de Ucrania ha inducido en el poder global ruso.

 

Un debilitamiento del régimen imperial de Putin que también se ha expresado en el plano interno, con una economía cada vez más acorralada y el estallido de crisis político-militares como la ocurrida en 2023 con la rebelión de Wagner, resultado directo de las derrotas rusas de 2022 en Ucrania.

 

Un debilitamiento del régimen tiránico de Putin que, a pesar del éxito que tuvo el ejército ruso para frenar la ofensiva ucraniana de 2023 y para mantener su lento (aunque gradual) avance en el este de Ucrania, continúa profundizándose.

 

Un agudo debilitamiento del régimen imperial de Putin que, a pesar de su reciente victoria al haber logrado asegurar (por el momento) un giro de la política norteamericana del nuevo gobierno del ultraderechista Trump en un sentido más directamente “pro-ruso”, podría seguir agravándose en el futuro.

 

Esto último, por ejemplo, si un debilitado Trump, acorralado por la inquebrantable resistencia ucraniana y la presión de sus socios europeos, se ve obligado a dar un nuevo giro en su política exterior.

 

Esta vez, ya sea en una dirección opuesta (pro-ucraniana), ya sea hacia una especie de “nuevo statu quo” en el cual Estados Unidos continue armando a Ucrania (o bien simplemente vendiéndole armas), aunque ahora posiblemente en el marco de un discurso de “distensión” con Rusia.

 

Debilidad de Trump y del decadente imperio norteamericano materializada en las últimas semanas no sólo en las humillantes derrotas diplomáticas de Estados Unidos ante Canadá, México y Colombia, sino también ante la propia Ucrania.

 

¡Derrotas de Trump ante Ucrania, visibles en la heroica posición de Zelensky de rechazar cualquier negociación con Rusia sobre Ucrania sin la presencia de Ucrania!

 

¡Derrotas de Trump ante Ucrania, visibles en la rotunda negativa de Zelensky a firmar ningún acuerdo económico que no tenga por base los intereses del pueblo ucraniano en su lucha contra Rusia!

 

¡Derrotas de Trump ante Ucrania, visibles hoy en el verdadero papelón que protagonizó Estados Unidos en la ONU al intentar votar una declaración en la cual se rechazaba caracterizar a Rusia como el país agresor en una invasión no provocada!

 

Declaración de Estados Unidos con motivo del tercer aniversario del inicio de la invasión rusa, apoyada nada menos que por Rusia, Irán y Corea del Norte, que se vio totalmente ensombrecida por el apoyo mayoritario que tuvo la propuesta de declaración original de Ucrania en la Asamblea General de la ONU.

 

¡Derrotas de Trump que podrían, de hecho, profundizarse en la medida en que Ucrania pueda asegurar un mayor apoyo militar de Europa u obligar a Estados Unidos a continuar sus envíos de armas!

 

Debilidad de Trump que, en tanto reflejo de la cada vez mayor decadencia del imperialismo norteamericano, podría llegar a poner pronto en riesgo los propios planes de Putin para utilizar a su favor las políticas trumpistas.

 

Lo anterior, por ejemplo, en el caso de que Ucrania sea capaz de rechazar la presente intentona de Trump por subordinarla a una “paz rusa” y, como dijimos, de asegurar los niveles de asistencia militar (vía aliados europeos) que requiere para seguir resistiendo al imperialismo ruso.

 

Algo que le permitiría también a Ucrania, o bien intensificar sus exitosas campañas militares en contra de la agresión rusa, o bien asegurar algún tipo de armisticio (temporal) en condiciones favorables que constituiría, desde ya, un importante triunfo en el camino de la liberación total de sus territorios.


¡Ucrania Resiste!

¡Ucrania Triunfa!

 

¡Contra el Imperialismo Ruso y sus aliados Irán y Corea del Norte!

¡Contra la complicidad de la Tiranía China!

 

Y ahora…

¡Contra los Planes del Ultraderechista Trump para obligar a Ucrania a una “paz rusa”!

 

¡Ucrania Resiste!

¡Ucrania Triunfa!

 

¡Armas para Ucrania!

¡Todo el apoyo a la Lucha de Ucrania contra el Imperialismo Ruso!

 

¡Por la Liberación de todos los Territorios Ocupados!

¡Crimea y el Donbás son Ucrania!

 

¡Por la Derrota Total del Imperialismo Ruso!

¡Por la Desmembración de la Federación Rusa!

 

¡Tribunales de guerra para Putin y las élites corruptas del Kremlin!

¡El Criminal de guerra Putin y las élites del Kremlin a los Paredones!

 

¡Destitución inmediata de Trump, Vance y Musk por colaboración

con el Imperialismo Ruso!

¡Trump, Vance y Musk a la Cárcel!

 

Febrero 24, 2025

Marxismo y Colapso


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Zelensky Defies Trump and Putin!

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-Three Years Since the Start of the War in Ukraine.

Against the Imperialist Plans of Putin and Trump!

(English)

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-Trois ans depuis le début de la guerre en Ukraine.

Contre les plans impérialistes de Poutine et Trump!

(French)

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